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Mostrando entradas de julio, 2013

Dolor

Menos mal que todavía nos queda el dolor. Dolor, cuanto dolor. Somos tan blandos que el dolor llega mucho después de la apuñalada. No nos duele el efecto de hacer daño sino los pensamientos y química que nos pasa por la cabeza minutos después del culmen, ese instante donde nos arrebatan algo. No se sabe como pero nuestro organismo entra en depresión y tristeza. Esas horas, minutos o segundos son muy dolorosos. El tiempo no es lo importante sino la sensación tan exagerada que nos pasa por nuestro organismo. Aumenta la tensión ocular, lloramos. La garganta se dilata presionando nuestra alma sin apenas poder llorar, ni gritar. Los músculos se contraen para que de alguna manera nos quedemos bloqueados como seres indefensos. Y acabamos dando mucha pena. El dolor se subsana de muchas maneras. La mejor es que de alguna manera si fue producido por una persona. Esa persona adquiera la culpabilidad y de alguna manera se arrepienta de sus actos dando un abrazo a la persona dolorosa. Somos m

Belleza

Amamos los detalles, amamos la infinidad de morfologías que existe. Amamos los fenómenos atmosféricos, amámos las cámaras superlentas que pueden grabar como cae una gota de agua y luego se deforma y rompe en pequeñas partículas al llegar al suelo. Pero no nos amamos a nosotros mismos. Amamos a nuestro imagen idealizada. Somos criaturas que se miran y que cada vez que vemos una pequeña imperfeción estamos pensando en lo mal que queda. Arrugas, estrías, granos; quistes, lunares, espinillas y poros negros.Bultos, inchazones, heridas,... Perdemos nuestra vida en buscar problemas para después encontrar soluciones rápidas y mediocres. El conjunto es belleza. La belleza no es la juventud sino saber envejecer y saber mostrar una actitud diferente. Una calidez en la mirada, una sonrisa calmada y real son cosas muy tiernas y bonitas en este mundo. La tristeza y la soledad son también variantes de la belleza de este mundo que además alberga, por simple naturaleza, la capacidad de marav