Hoy un día cualquiera por la mañana estuve fumando un puro durante hora y media. Después de fumarlo y disfrutarlo se me dio por leer una página que decía como fumarlos y según ponía la página lo fume bien. Yo no tenía ninguna tijera o guillotina pero lo corte con un cuchillo que no me lo estropeó. El puro no era un cubano pero no estaba del todo mal. Aunque yo no soy fumador, me di cuenta que fumar un puro es algo más que fumar. Fumar un puro es tumbarse a la bartola y disfrutar hasta que es suficiente. No escogí el puro, simplemente fumé el de una boda que la verdad no tenía el olor del tabaco fresco sino que olía un poco a humedad: supongo que sería porque el puro no era demasiado bueno. Pero sin embargo, cuando lo empecé a encender y a fumar se llevaba bien e incluso tenía un buen sabor. Ahora mismo, desde que nací, solo fume un par de cigarros, tres puritos y este puro. Este puro me enseño a fumar. Aunque no voy a fumar mucho más porque mis pulmones ahora se resiente. Soy un depo
Mil cosas escritas sin pensar: pensamiento, sicología, evolución personal...