Un paraíso, un hermoso jardín lleno de flores y vegetación con un colorido brillando en color verde esmeralda. Con pequeñas motas de distintos colores, como rojos, amarillos, azules, naranjas formando una bonita y fresca bruma. Todo eso con una constante brisa que hace desplazar pequeñas nubes blancas de forma lenta y natural haciendo bello el cielo y quitándolo de la monotomía del azul celeste de verano. No hace calor, simplemente es un lugar escitante haciendo permanecer a la gente despierta ante todos los cambios sorprendentes del entorno. Este paraíso cambia de color cuatro veces al día: durante la mañana la luz de los tres soles da un color fresco y frío como si de dentro dentro de una dentífrico estuviésemos, pero manteniendo esa naturaleza verde pero sin ninguna flor abierta todas cerradas, resplandecientes, mojadas; los brotes son de color esmeralda y reflejan la luz con un parpadeo no molesto pero llena el interior de cualquiera que mire con tranquilidad este paraje lleno de...
Mil cosas escritas sin pensar: pensamiento, sicología, evolución personal...