Llevo varias semanas sin escribir. Esto no es un diario, pero sí es una recopilación de malos momentos que tengo que dejar salir de mí. Es algo raro... era mi realidad, es mi realidad. Cuando estoy bien se me olvida que necesito escribir y disfruto al mismo tiempo... porque, supongo, la vida es muy disfrutable cuando se está bien y el tiempo es muy diferente cuando estamos en esos momentos deliciosos, especiales; momentos que suman recuerdos y estados de ánimos que se recordarán para toda la vida.
Pues, ahora mismo es lo que me está pasando, conocí a una mujer que me intriga, me fascina y me hace un poco más feliz. Es un momento en que la estoy conociendo sin más pretensiones; no tengo ningún objetivo escrito, simplemente estoy viviendo el presente, sin más, es bonito. Viendo el mundo, no estoy viendo el mundo, más bien estoy mirando desde una ventanita el mundo de otra persona que no sé porque motivo me gusta e intensifica el mío.
La vida, a veces se para, otras veces se acelera y las peores veces se olvida desperdiciando todo tipo de detalles que son especiales. En otros momentos, hay demasiados momentos que es imposible recordarlos todos porque la intensidad nos está embriagando. Estas dos semanas es lo que me está pasando a mí: todo, embriagador.
Todo esto, simplemente, para nada. Todo para hacerse más preguntas: ¿la vida? ¿el camino? ¿la mochila?
Mierda de vida... todos son deberes, dependencias, inseguridades, constantes preguntas que entorpecen las decisiones difíciles. Antes tomaba decisiones sin valorar las consecuencias, ahora son todo consecuencias a valorar que te quitan tiempo de vivir.
Después hay un montón de malas decisiones o no decisiones que duelen un montón porque quieres cambiar y escoger la decisión que no tomaste en su momento.
Estoy descubriendo un enfoque diferente del amor y de la pasión, pero quizás este enfoque me viene tarde... todo esto si viniese hace 15 años, ahora sería otra persona diferente... según pasan los segundos me siento más seguro de mí mismo porque vivo rodeado de un montón de inseguridades que están ocultas en aparentes sin sentidos.
Tengo mucha ventaja dentro de este mundo: no quiero aparentar, quiero mostrar todo mi ser, soy una persona complicada que tiene un montón de formas de pensar, incluso personalidades. Pero, para conocerme, el que esté conmigo tiene que tener paciencia... y muchos minutos. Siempre y cuando esté convencido de que no está desperdiciando su tiempo.
Comentarios
Publicar un comentario