La presión de la vida: conversación con una ilusión.

Una página en blanco no es lo que me define.

El pasado tampoco me define.

Esto, de este momento, tampoco.

¿Quién soy? ¿Quién parezco ser?

Preguntas recursivas para las mismas respuestas.

¿Me define la música que escucho? ¿Me define el humor que tengo? ¿Me define lo que escribo?

No, no, no.

Soy divergente, soy diferente, tengo puntos calientes, tengo momentos mejores, tengo estados de claridad, tengo pensamientos de autodestrucción, tengo muchos momentos que no me siento yo mismo.

Soy todo confusión y siempre me describo como individuo individual que no depende de la gente y la realidad es bien distinta. Soy antisocial, quiero pasar de la sociedad, pero cuando me siento dentro de la sociedad es cuando estoy mejor. Y estás tú.

-¿Yo?

-Si tú, esa persona que aparece en todos los pensamientos de dudas de este mi presente. Mañana, también se que estarás y pasado, también y para la semana que viene, <que sentido puede tener pensar esto, que opciones reales puede tener este pensamiento>. Sí, estarás ahí, al menos en mis recuerdos, recuerdos muy presentes que me inundan, tapando mi pasado. Te noto muy cerca, próxima a mi. < que sé yo lo que puedo sentir, pero eres el recurso de mi alma para salir de los bajones y baches de este presente>.

-Juan, silénciate, no sirve de nada que suspires por mi. Sabes que no te escucho. Puedo notarte o puedo ignorarte. Déjalo, es menos sufrimiento para ti, <toda esta mierda que te estás haciendo puede que te parezca buena, pero te está destrozando>. Compadecerte, no te sirve de nada, actúa, muévete, involúcrate en tu vida, reacciona a esas cosas y deja de ser inmutable. Sabes que no lo eres.

-Es verdad que estoy colado por ti, es verdad que siento cosas que ni la distancia a la que estoy de ti me impide sentir. Es verdad que soy real en mis pensamientos, pero quizás actúo de la forma errónea. <soy un camicace de la vida: me mato a mi mismo en vez de ser un héroe y obtener lo que quiere...> En definitiva, soy un aburrido, no tomo riesgos...

-Eso ya lo sabes, eso ya te lo dije el primer día, eso, también lo sé yo. También, sé que ninguna persona me escribió tanta mierda como tú. <quiero sentir eso que dices que sientes por mi y puedo poner algo de mi parte>... esfuérzate un poquito más, consigue mostrarte más cercano, como te muestras en tus pensamientos puestos en texto. Tienes potencial...

-Para, María, no quiero que me digas que tengo potencial, no me importa, solo me importa sentir que tengo algo que dar al mundo y sobre todo a ti. Soy un persona sentimental que quiere dar eso que no es capaz de mostrar.<necesito decir que soy vulnerable y humano, necesito decir que soy diferente>... <me estalla la cabeza>.

-Eres especial.

-¿Qué me importa eso? ¿Qué sentido tiene ser especial? No me siento especial, no me siento bueno en nada... <soy un negacionista que está cambiando en su forma de pensar> siento que el mundo puede ser mejor de lo que todos pensamos. Tengo que mejorar...

-Mueve el culo, haz lo que tengas que hacer para conseguir lo que quieres. Muévete... no hace falta hacer nada, a nadie le importa lo que hagas. Vive la vida. Siente, como haces sentir a las letras que escribes...

-María, por favor, no me hagas sonrojar... solo quiero poder sentirte cerca y poder conocer tu punto de vista de este mundo que, ahora, para mi, es menos malo que antes de que te conociera.

-Lo sé, <me hiciste sentir brutalmente desasosegada con tu forma de dramatizar la vida, quería tranquilidad> <ese amor que profesaste hacia mi se me atragantó> Juan, me gustaría conocerte, saber que es lo que te hace levantarte por las mañanas...

-Con eso me basta, es suficiente para encontrar la fuerza para seguir buscándote. Esa señal es suficiente. También fueron tus miradas, tus sonrisas, tus buenos pensamientos hacia mi. Quizás el miedo me esté atando para no cometer los mismos errores del pasado... pero como dijo un cuentista de estos que hay por Internet. La vida no se puede vivir solo dando pasitos precavidos para no cometer el error... se necesita andar con los dos pies a buen ritmo sin miedo a tropezar... < me pierdo en las palabras, me pierdo, y me entra ganas de llorar,...> ojalá corriera sin miedo a tropezar.

-Hasta pronto, Juan.

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