Y no hago más que llorar por dentro.
Roto porque no me satisface nada en este mundo.
Roto porque siento que el tiempo se esfuma y no siento que estoy dando algo a los demás.
Roto porque no sé quien soy.
Roto por las mentiras que me hicieron daños, pero que nunca fui capaz de dicernir de las verdades. También roto por la verdad que me afecta.
Y estoy un día más, levantado, viviendo, desquiciado sabiendo que tuve grandes días, aunque siento que se me quedaron muchos días sin aprovechar. Espacios de un cuaderno que escribí con letra grande o dejé en blanco porque el cuaderno parecía que era interminable. Sintiendo ahora que se acaba.
¿Se acaba mi vida? ¿Se acaba lo qué nunca deseé? ¿Se acaba la vida que nunca quise? ¿Se acaba esto que no quiero dejar? ¿Y si es así por qué lo odio? ¿Lo odio?
Siempre las mismas preguntas, siempre depurando todas mis respuestas para seguir escibiendo en blanco para darme cuenta que no sirve de nada lamentarse en esta vida. ¿Qué es lo material? ¿Qué son los intangibles?
Toda mi vida premiándome con cosas materiales que durante grandes espacios de tiempo me han satisfecho y ahora, todo lo material lo odio. Me quedo sin ganas por recibir cosas.
Y después, está la sensación de sentirse inútil y menos preciado por el mundo. Todo esto me inunda porque existe una inmensidad que no soy capaz de entender. Sé que somos miles de millones de habitantes y que, sin embargo, solo vi a cientos de miles de personas. Solo tuve conversación con mil personas y que solo tengo 5 o 10 amigos. Y de toda esa gente puede que la mitad ya esté muerta.
Pues estoy tremendamente cagado y, sin embargo, no es miedo en si, sino inacción o quizás inanición por falta de buenos hábitos en el día a día.
¿Soy mala persona? ¿Soy un monstruo sin saberlo? ¿Es malo ser un monstruo?
No lo sé, no lo sé, no lo sé.
Y vuelvo a caer de maduro cuando deseo profundizar en lo mío. Siento un montón de horror por tener tan poco conocimiento de mi mismo. Siento que estoy incompleto y no sé como satisfacer ese vacío que tengo tan arraigado. Este vacío que pensaba que era la falta de alguien que me acompañe el camino y la realidad es que tengo gente que aparece y desaparece, volviendo a aparecer que podrían ser compañeros y que, sin embargo, los ignoro porque puede que no quiera saber nada del resto de mundo. ¿Puro egoismo o me creé una burbuja para salvaguardarme de los demás?
Todo son dudas.
Todo es egoísmo,
todo es una conversación que me cansa.
Una conversación dentro de mi que me agota
y cada vez intensifico más y me vuelve más loco.
No quiero alimentar mis miedos, si es que los tengo.
No quiero alimentar mis dudas,
solo quiero las de los demás para estar tranquilo por las mías.
Quiero ser cotilla de mis problemas para ayudar a los demás desde mi autoconocimiento...
no es conocimientos sino desconocimiento.
Si alguien escuchase estas palabras, a lo mejor, algún día, podría comentar algo estos textos para decir que estas ideas son más parecidas y recurrentes de lo que parecen
Me siento solo y eso que estoy más acompañado de lo que me gustaría.
Comentarios
Publicar un comentario