Triste, soledad,
pero, a veces, libertad y serenidad.
Me canso del descontrol de la vida,
me canso del devenir,
y, sin embargo, disfruto de las emociones,
o sufro de la cruel realidad.
Siempre sufro, siempre soy egoísta,
pero, otras veces, soy otra persona.
Recuerdo los malos momentos y los guardo en mi ordenador.
Disfruto de los buenos momentos, pero los dejo escapar porque me parecen fáciles de repetir;
me doy cuenta de que no.
Me paso la vida perdiendo el tiempo buscando los buenos ratos cuando, la realidad, es que los dejo escapar porque fueron fáciles de conseguir.
Sufro y después me libero.
Disfruto y también sufro.
Son golpes y reparaciones de mi mente los que puedo vivir.
Disfruto sufriendo para obtener objetivos.
Pero cuando el sufrimiento es mayor y el premio es menor, querer luchar por los ideales y las bondades de la vida crujen la salud y se nos escapa.
Lloro por dentro y me cabreo por fuera. Deseo muchas cosas y a la vez no sé lo que deseo.
Sufro y sufro por encontrar a mi alma gemela, que me acompañe y me entienda...
no encuentro lo que busco.
Siento... y tan solo son ruidos del mundo que me rodea. La música me hace despertar del sueño, me intensifica los momentos, me inspira para buscar la auténtica verdad;
la búsqueda me cansa y me agota y a la vez me da esperanza y experiencia;
los ruidos son parte de mi vida, los soporto incluso cansado;
el cansancio me hace agresivo y con poca espalda para soportar lo que se tercie;
mi pensamiento está gastado porque estoy en constante conversación conmigo mismo y al mismo tiempo todo lo que me hablo me chirría y me duele, como si a mi mismo me diera apuñaladas;
y sin embargo, estoy herido de antes y me saturo con la sangre que intento recoger, se me escapa entre los dedos; pierdo y no doy recuperado; me lloran los ojos, la nariz, me suda cada poro... y todo es de color de rojo...
todo eso es ruido que no puedo detener y que entre todo ello no soy capaz de detener.
Grito y no se oye nada porque hay demasiado ruido.
Grito y nadie me escucha. Me derrumbo, me odio, me siento mierda, y eso es todo.
La vida de una persona normal que no puede escapar de algo que no se puede escapar.
Soy como soy y pierdo porque no quiero entender que no estoy tan solo; me animan y aun así no me siento bien.
Disculpadme. Perdonadme.
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