La sensación de tener todo realizado es muy rara y por momentos satisfactoria y sin embargo cuando ya no hay que hacer nos perdemos en esta vida.
Y después viene la caída a lo más profundo. ¡Qué sensación cuando uno cae porque no quiere mantenerse en la cima! La muerte por inanición, nos agotamos y nos dejamos, gastamos el tiempo en no tiempo y agotamos las fichas de la partida.
¿Qué hago aquí? ¿Qué me convierte en humano?
Tenemos inteligencia, tenemos recursos, pero solo tenemos una vida como cualquier animal.
Estamos en esto y no sabemos por qué. Nuestros padres nos hicieron y en algún momento pensamos para qué nos hicieron si vamos a morir. Después llegamos al mismo momento en donde estaban ellos y también hacemos hijos para morir... ¿por qué hacemos eso? ¿Será el gen egoísta?
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La sensación de vacío me invade, la tristeza también y aun así tengo que resistir mis impulsos suicidas*, día a día, noche tras noche. Vienen mejores momentos y te olvidas de los sentidos traicioneros que te hacen sentir pavor o terror. Me miro al espejo y me siento joven, pero con una 'skin' de mayor, viejete, abuelete, yo que sé; cuando hablo con gente de mi edad me miran raro cuando quiero conocer gente nueva y con ideas de ahora. Me hago mayor, pero quiero estar con personas, jóvenes. Gente que me haga sentir que soy válido...
La realidad es que tenemos que sentirnos bien por lo que somos sin importar tanto lo que piensen de nosotros... tenemos que querernos a nosotros mismos.
*Al final del día me doy cuenta que esa sensación de que nada vale la pena es un momento intenso que te hace valorar las demás cosas en la vida y que los malos momentos se suplen con creces con los buenos momentos que nada especiales pueden ser muy agradables para un individuo del montón como puedo ser. Todavía me gusta vivir, pero de vez en cuando me vienen desequilibrios que se alcanzan por vivir más intensamente unos días más que otros, los cuales se quedan más flojitos y también se tiene más tiempo de pensar y explorar lo que viviste y demasiadas veces se piensa en lo que no viviste y quisiera vivir. Entiendo así que la vida es cuestión de preferencias y no vale la pena darle muchas vueltas a todo lo que haces... se hizo porque se quiso hacer.
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