Hoy estaba paseando y he decidido entrevistarme a mi mismo en una terraza de la villa en que vivo.
YO MISMO:¡Hola! ¡Buenos días! Qué calor!
YO: ¡Buenos días! Estoy abochornado, hace mucho calor y usar estas mascarillas me sobrepasa.
YM: Si, me pasa lo mismo. No me gusta pero creo en la medida. Tú, ¿qué opinas al respecto?
YO: Me entristece saber que hay gente que intenta ser meticuloso en las medidas de seguridad frente a otros que no las toman en serio: no quieren mantener el distanciamiento, ni quieren usar la mascarilla. Siendo los más perjudicados los que se comprometen, quedando, así, con la conciencia tranquila.
YM: Debo discrepar un poco en eso, los que no se comprometen incumpliendo las normas de distanciamiento creo que tienen la conciencia tranquila. La intranquilidad, siempre, te hace recular un poco. ¿Crees qué debería haber una denuncia social en contra de los que incumplen?
YO: No lo creo. Creo que deberíamos ser consecuentes con nuestros actos y de alguna forma generar ese vacío social que en determinados momentos los humanos lo hacemos tan bien: provocar la vergüenza al que incumple con los compañeros humanos. Hacer que se den cuenta que no siempre hacer trampas es ventajoso. Esta forma de actuar implica ganar posibles enemigos pero también implica que las personas puedan rectificar.
YM: Me parece una medida irreal. Creo que deberíamos compartir nuestros pensamientos con los vecinos/conocidos y así llegar a una verdad algo más labrada y llegar a un punto...
YO: Te voy a interrumpir. ¿A un punto intermedio? Nunca vamos a llegar a ese punto. Somos seres emocionales que actuamos según ideales y cultura. Desde los inicios de nuestra existencia siempre tuvimos enfrentamientos que finalizan con el silencio de los derrotados y la verdad de la victoria. A partir de ese momento los pensamientos, las ideas, el conocimiento evoluciona a lo largo de los años acabando en un reinicio de ciclo... La vida da mil vueltas. Y lo que ahora es bueno, dentro de unos años puede ser malo... y él que fue hace muchos años terrorista puede que sea pacifista viéndolo en retrospectiva.
YM: ¿Te refieres al color de los ideales?
YO: Algo así. Creo que todos los pensamientos de cualquier persona que hay en este mundo tienen parte de verdad o certeza. En matemáticas, de alguna forma puedes inventar un mundo (un dominio) en el que el resultado de una operación tan simple como 1+1 pueda ser 3, o 4 o lo que quieras. Me acuerda que existe un infinito dentro de las posibilidades de uno mismo. Nunca me paré mucho con las matemáticas, una asignatura que me gustaba pero que nunca prioricé porque soy vago para profundizar.
YM: Me pasa lo mismo. Siento demasiada frustración cuando, después de un esfuerzo o trabajo realizado no alcanzo el objetivo. Cuando no se obtienen resultados positivos y se abre el camino para que lleguen pero que lo abandonas porque el desgaste mental es fuerte. Y como camino que se abre también se cubre muy rápido de maleza por desuso. Maldita condición humana. Quiero centrarme en la condición humana colectiva: ¿qué opinas y en qué afecta este hecho con respecto a esta situación de alarma, alerta, pandemia?
YO: Pues afecta en todo y en nada. Cada individuo, tendrá unos ideales o opiniones que seguirá al dedillo pero que con el paso del tiempo, internamente se desgastan y nos acaban agotando; esto implica que nuestra mente está en conflicto y este conflicto puede tener varios resultados: detenerse, el mismo resultado o uno diferente, provocando un cambio de opinión que quizá sea mejor. Este conflicto que tenemos constantemente como colectivo, todavía es más grande, pero tarda en explotar, por los miedos que tienen las unidades frente al colectivo.
YM: ¿A qué miedos te refieres?
YO: Miedo a la vergüenza. Miedo a las represalias. Miedo en general. La gente que está acomodada se auto-silencia. Como cualquier persona, tengo miedo. Pero el miedo sirve para ponernos en alerta y debemos superarlo. Tenemos que superar esa parálisis que nos provaca el terror. Lo importante es contar esa verdad que no a todos le gusta; pero que puede ser muy constructiva.
YM: Me has hecho recordar algo: en algún momento he estudiado el proceso de una idea: esto consiste en: tenemos ese principio y lo desarrollamos. Mejoramos la idea, la detallamos. Hacemos que evolucione. El proceso creativo se puede estancar y en ese momento... puede y debemos volver sobre nuestros pasos y ver que alternativas podríamos escoger y estudiarlas porque, quizás, la chicha de esa idea la dejásemos atrás. ¿Crees qué en muchos casos las malas ideas (las otras ideas) del pasado pueden ser mejores ideas después de una experiencia previa?
YO: Siempre cabe esa posibilidad, siempre aparece ese camino olvidado que es bello y que nos abre un gran abanico de posibilidades que por otros senderos no obtuvimos.
YM: Estoy dándole vueltas, a algo que sucede mucho en el mundo que es condenar a alguien por un error puntual...
YO: Lo llamo la condena de la excelencia: un especialista que demostró su valía a lo largo de la vida, pero que quizá entró en el olvido o tapada por la post-información, y de pronto comete un error ("una cagada"). Esa persona se le condena porque hay gente que machaca a la excelencia para poder sobresalir por ser algo que está ahí sin pena ni gloria.
YM: ... por último, ¿qué conclusión podemos obtener de esta entrevista?
YO: Los humanos cometemos errores. Como humanos tenemos que convivir con el error.
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