Ir al contenido principal

La tristeza en la sonrisa complaciente: experiencia acumulada.

El síntoma que se aprecia cuando sumas años es la falta de ilusión.
La sensación de que no hay nada que te pueda sorprender interponiendo una sonrisa complaciente delante de los demás.

Se nota cuando voy entrando en años cuando me pongo a comer y no aprecio lo mal o lo bien que sabe la comida; ni pienso en que lleno estoy... solo como porque es hora de comer o veo masticar al resto  que parecen tener hambre.

Mis hijos comen cuando tienen hambre o cuando hay algo que le ofrecen y no pueden decir que no... pero cuando tienen que comer porque es hora de comer: no comen porque si, si no porque tienen hambre o porque disfrutan haciéndolo. Sin embargo, yo si, como por convención. 

Puedo no tener hambre, pero veo comer y como.

No saboreo los dulces: simplemente los aspiro y al acabar pienso porque he hecho esto. "El gozo en un pozo".
Ahora el disfrute se ha acabado y solo me queda el recuerdo. Ya tengo memorizado el sabor y me quedo con el recuerdo de las tantas repeticiones que he echo. Sin embargo, el joven todavía disfruta del estímulo de los sabores, por eso mastica de otra forma... chupa los dedos, come las migas y le brillan los ojos pensando en que hay más para comer, pensando en lo rico que puede saber lo siguiente o lo asqueroso que puede a llegar a ser algún alimento que todavía no ha probado.

No como pomelos porque son amargos...
No tomo limón porque sé que es ácido y que no me complace ese sabor...
Pero la juventud le mola, es diferente a lo normal: salado y dulce.

Cuando envejecemos olvidamos la realidad y simplemente utilizamos el recuerdo. El recuerdo es el resultado: el placer de descubrir lo apartamos.

No voy de 'fiestuki' porque ya se lo que encontraré: una orquesta, unos chiringuitos, gente, una barra para tomar algo. También doy por hecho que me voy a aburrir porque no existe la novedad que un joven puede experimentar. La química, las sensaciones estimulantes, la luces brillantes, los sonidos flipantes,... todo aquello que alguna vez vimos de forma especial se vuelve llano... solo se vive una vez.

Veo una película, me quedo dormido. Para mi sigue el mismo patrón: introducción, desarroyo y desenlance que generalmente es muy complaciente con el espectador.

Veo las mismas series porque ya me identifico con los personajes y empatizo con esos actores... me es fácil de digerir... me conformo con lo que ya asimilé.

No arriesgo porque los diferentes resultados a lo largo de mi vida al exponerme al peligro me dieron resultados malos y otros buenos... pero mi inconsciente asimiló que me quedé vulnerable: mi cuerpo tiene miedo a morir.

Eso es envejecer...
Dar por hecho que el resto de los días van a ser iguales al anterior... en esencia es verdad, pero al detalle, un día es totalmente diferente al otro.

Pero en realidad no podemos controlar nada de lo que nos  rodea.

La reacción es lo más importante de nuestra vida.

Si nos quedamos parados ante los cambios nos morimos. Nos secamos por dentro.

No  quiero secarme por dentro, no quiero hacer lo que me mandan.

Los niños, lo primero que aprenden es a decir que no. Creo que se lo imponemos. Pero también creo que es un forma de evolucionar, una forma de rechazar lo impuesto por las anteriores generaciones. Es una forma de equivocarnos con frecuencia, para que así, como colectivo, podamos alcanzar todas las combinaciones a lo largo de la evolución de nuestra especie.

Tras la decepción de la experiencia pasan las palabras previas, "vas caer", "el que avisa no es traidor":

..."Hoy me equivoqué,... ahora voy hacer caso a mi madre/padre, ya que las otras veces que les hice caso me dio resultado".

Una vez que estás orientado continúas un nuevo camino, muy similar pero con ligeras diferencias y distintos obstáculos que te harán escoger una opción que posiblemente sea un error... sumando experiencia.

Somos la suma de experiencias, podemos aprender escuchando o podemos equivocarnos muchas veces para desarroyar un camino diferente (tortuoso y a la vez esperanzador) o podemos adquirir muchos conocimientos previos para continuar por un sendero desconocido y explorarlo antes que nadie, descubriendo, avanzando. Lo que es lo mismo, podemos ser pitos mareados que no saben a donde van: o con suerte podemos ser una extensión de otro que trazó un camino y lo marcó para que otros pudieran llegar hasta ahí con facilidad, partiendo de allí ser un pito mareado pero adelantado al tiempo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Imágenes con leyenda.

Algo interesante, algo sucio, algo verdadero, algo identificativo. Algo negativo, algo loco, algo tremendo, algo diferente. ¿Algo nuevo ? Algo divergente, a la vez convergente. Algo bonito. Algo ted ioso. Algo aburrido, algo triste, algo melancólico. Algo como todo lo demás. Algo atrayente. Abrumador, displicente, desternillante. Enfermizo. Tétrico... oscuro... legendario... crítico... altruista. Que interesa o que es digno de interés. Que contiene la verdad.  Que tiene manchas o impurezas.   Perteneciente o relativo a la negación.  Que ha perdido la razón. que sirve para reconocer  si una persona o cosa es la mism  que se supone. Terrible, digno de ser temido. Que diverge. Recién hecho o fabricado. Diverso, distinto. Lindo, agraciado de cierta proporción y belleza. Que converge. Que produce tedio. Que causa aburrimiento. Afligido, apesadumbrado.

¿Cómo dejar de comer chocolate?

Chocolate líquido Algún día escuché que el chocolate no es adictivo, ese día las chocolateras aumentaron sus beneficios porque comimos más sus chocolates esquisitos. A todos nos gusta el chocolate, bueno ,a casi todos. Para mi es algo adictivo, necesito su azúcar y su cacao para vivir. ' Nestlé ', ' Milka ', ' Lindt ', ' Valor '... todas estas marcas, que se me ocurren ahora, no sobrevivirían sin la adicción de la gente por el chocolate y el azúcar. Ya se que el cuerpo se pirra por una onza de chocolate pero al final uno se empacha y queda con un mal estar generalizado... en mi caso con ganas de más. Lo único que podemos es comer chocolate con moderación y elegir el que menos azúcar tiene. Y los que más azúcar tienen son los sin marca (marca blanca): ' Eroski ', ' Leader Price ',... Todo el mundo sabe que el azúcar en exceso(+ de tres cucharas de azúcar) a largo plazo provoca caries, aumenta la demanda de la vitamina B, obesidad y p

La mosca

Estaba comiendo en casa. Estaba sorbiendo la sopa y mis padres también. En ese instante vi una mosca aletear alrededor mía y yo me estaba cabreando. "Maldita mosca, aún se va a  echar al agua como si de un avión antiincendios se tratase". Y en nada estaba en el plato. La mosca se lanzó tan fuerte que pensé que me salpicara y manchara mis gafas. En ese momento me puse a quitarla con la cuchara del plato pero se quedo enroscada entre los spagueti y no era capaz de quitarla. Al final opté por usar los dedos quitándola de ahí. La mosca seguía aleteando pero cuando la deposité sobre la servilleta, esta se quedó más tranquila ya que el agua que la cubría fue absorvida casi en su totalidad. Después la tiré a la papelera porque me daba un poquito de asco, más bien porque mis padres me estaban mirando un poco raro y no tenía ganas de decirles nada o disculparme del paripé de la cuchara revolviendo en la sopa y luego de mis dedos removiendo en ella. Poco después continué comiendo de l

Siempre me gustaron los lacasitos

Siempre me gustaron los Lacasitos y después de tantos años me doy cuenta que todos los Lacasitos saben igual. Cuando era pequeño comía un Lacasito rojo pensando que tenía un cierto sabor a fresa y tomaba uno marrón porque pensaba que se iba a intensificar el sabor del chocolate y la realidad es que todos saben bien por igual... son igual de dulces cada uno de ellos y destiñen un poco en las manos calientes. Cuando somos pequeños creemos cosas que cuando somo grandes descubrimos que son totalmente distintas. Como cuando veíamos el arroz inflado chocolateado en las cajas un poco más grande de lo normal... yo siempre pensé que aumentaban de tamaño cuando se vertían en la leche y lo único que pasaba es que lo endulzaban. Cada vez que compraba los cereales esperaba a que creciesen y miraba para ellos deseoso de que la magia se iniciase. También cuando jugábamos pensábamos que éramos los protagonistas de Oliver y Benji. Cuando tenía un nuevo balón pensaba que era el mejor del mundo y lo cu

Recordando viejos tiempos: historia con ápices roleros.

Después de un largo recorrido por un camino largo y tortuso un grupo de forajidos se encuentra en frente de una compuerta cerrada. Ellos pararon y esperaron un rato a ver si salía alguien a recivirlos. No podían creer que la puerta estuviese cerrada. La última vez estaba abierta y los colegas que vivían allí los recibieron con los brazos abiertos. Bueno esperaron un rato y uno de ellos se cansó y empezó a dar golpes a la piedra como un animal cabreado. Con la empuñadura como ayuda  para intentar roperla a golpes. Otro de ellos  (Lucas) se calentó con el pardillo loco que estaba golpeando la roca (Nicolás) y le dio un pequeño golpe con su maza a dos manos, que le asentó la cabeza... en ese momento Nicolás entró en razón. Lucas después de recoger su maza y limpiarla de unas gotitas de sangre de la nariz de su gran amigo Nicolás, saludó a la puerta recordando películas en la que la puerta habla y todo. -¡Hola! -¡Bienvenido! -¿Me puedes abrir? -Pues claro, a verlo dicho antes. -Gracia

Hola! Cómo andas?

Hola! Cómo andas? Esta es mi rutina de siempre, para saber algo de mis amigos o más bien de uno de mis amigos con el que tengo contacto verbal a diario. Realmente parece el contacto real de un enfermo mental y un psicólogo. Últimamente, me parece que no conozco a mis amigos. Creo que tampoco me conozco a mi pero... la vida sigue, cada día corre un poco más rápido. ¿Qué es lo que nos provoca la edad? Amnesia, perdida de memoria, mecánicas, rutinas. Cada día cavilo que no pienso, soy simplemente un actuador que intenta satisfacer sus necesidades: no es necesario enumerar las necesidades físicas que puedo tener y además  también tengo algo de curiosidad. Casi todos los días me siento en algún momento del día feliz, eso está bien, pero la felicidad no ayuda nada cuando estás en medio de una caída libre en la cual tienes un paracaídas pero que no se de él o no lo voy a usar debido a esa sensación de alegría. Bueno, cuando me siento mal, me pasa todo lo contrario, ni me siento libre,

La gran mentira del poker

Manos problemáticas En España, después de unos años en que el programa de televisión más interesante eran los telefónicos, ahora están de moda los programas de apuestas online y poker. Estos programas incentivan a los televidentes a participar apostando mostrando como ganan otros grandes jugadores, mostrando partidas ganadoras aisladas de poker . A mi, como hombre que soy, me gusta el poker como forma de entretenimiento , sin grandes gastos y con apuestas pequeñas intentándolo pasar bien pero me he dado cuenta que para poder ganar o quedar como estoy, tengo que ganar a gente amigable que muchas veces son demasiado malos, dando pena la victoria. No te identifiques demasiado con el rival porque eso es parte del juego (de la mentira), camelar a tu rival es un apartado clave . Al poker creo que he perdido unos 10€ en toda mi vida pero me dolió  un montón perderlos porque desaparecienron en menos de nada y no tuve el entretenimiento que, inicialmente, me ofrecía este juego. Mis amigo

Pobre de mi: "Propósitos de año nuevo"

La vida es dura. Estoy en esa época de la vida en la que te levantas y te sientes viejo. Un viejo con toda la vida por delante con miedo a la muerte. Esto implica que tengo esta frase siempre en la cabeza: "Solo se vive una vez". En otras palabras, que el tiempo se acaba sin uno darse cuenta. El cerebro se abandona porque tiene la vida resuelta: tengo comida, tengo una mujer que me puede dar hijos, tengo hijos a los que criar y me dan esperanza, que necesitan de unos cuidados, que implican unos deberes y obligaciones como padre, y tengo una vida. Toda mi vida requiere de un trabajo que genere dinero para poder pagar unos gastos y además tengo unas deudas para toda la vida que me atan. Quiero vivir para poder crecer como persona y quiero morir para dejar de deber dinero a una sociedad que no le debo nada. Quiero decir con esto, que tengo una hipoteca que me quema como ser vivo y me quita muchísimas horas de mi vida. Además tengo un trabajo que me ata porque lo sé hacer y me pa

Calor, calor no hace mucho

Calor, calor no hace mucho. Estamos en verano y el sol se desvanece entre las nubes. La verdad, es que hay humedad en el ambiente y el asfalto chorrea. Joder, que mierda de descripción. Todo lo que digo se queda en nada. Vaya cagada (zurullo). Estoy 'aparvado' y no escribo nada decente. En un lugar claro y cerrado en el que estoy ahora mismo, me siento enclaustrado, agónico, sin respiración. El sudor me corre por la piel blanca. Esto es un día como otro cualquiera. La perdición de un ángel caído que no encuentra su punto de inflexión. El cambio hacia el buen camino. Vaya, ¿¡que estoy diciendo!? Me vuelvo loco otra vez. Respiro profundamente y expulso el aire viciado de mis pulmones. Vuelvo a empezar después de romper esa cantidad de palabras sin sentido. La orientación se me centra y vuelvo a empezar mi relato pero esta nueva página se queda en blanco, y el segundero empieza a sonar más alto y más rapidamente. Las horas vuelan y la página en vacío.

Dentro de la ciudad 2

Habitación espejo Continuaba en la sala de reflejos . El tiempo no pasaba. Me imaginé un reloj y apareció un reloj. Las agujas estaban paradas, parecían ser las 12:30h, luego 03:45h. Mi perspectiva sobre el reloj cambiaba sin cesar. Pero los segundos no querían pasar. Seguí mirando para el reloj, fijamente, hasta que los ojos me empezaron a picar. Parpadeé el reloj se convirtió en uno digital. Al pasar unos segundos, volví a parpadear, recuperó el estado original. Me estaba extresando, me sentía inquieto, la calma que solía tener en mi interior... la perdí en ese instante. Me puse a correr hacia delante, en linea recta. Pero no avanzaba metros. Volvía a ver el reloj. ... pensé en sentarme, estaba sudando. Al final decidí tumbarme, me tumbé en el suelo. Me di cuenta que el suelo era blando y esponjoso pero me podía ver en él. No entendía nada. Recordé las películas de espías, de toda la vida, acordándome de las salas de interrogatorio en las que encerraban a la gente. No me estaba