Aduanas y fronteras.

Tódolos días miramos para nuestro cuello de la camisa y gritamos: ¡Qué mal estamos!
Tódolos días nos quejamos de lo mal que cobramos y en el coste de la vida: ¡Qué mal estamos!
Tódolos días vemos injusticias en general: ¡Qué triste!
Tódolos días estamos sentados en el sofá y no hacemos nada: ¡Qué mal estamos!
Tódolos días estamos trabajando en empleos remunerados menos horas de las debidas: Nos callamos.
... y nos olvidamos de la gente que pasa las mil miserias para vivir en nuestro mundo.
... y nos olvidamos de todos aquellos que pasan hambre y prefieren luchar y enfrentarse a la muerte para vivir en nuestro mundo.
... y nos olvidamos de las fronteras físicas y culturales.
... y seguimos poniendo más impedimentos para protegernos... ¿de nuestros miedos? ¿de nosotros mismos?
... y seguimos temiendo al rebaño de ovejas famélicas.
... y seguimos olvidando que el lobo vive entre nosotros...

Un desequilibrio que me entristece.

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jmrbcosas

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