Un comienzo
El presidiario ve la farola alta que ilumina el patio desde el baño tras las rejas. Se desabrocha los botones del pantalón y se sienta mientras se sujeta el pene para que la orina no se salga de la taza.
Normas de su cárcel: Es obligatorio dejar limpio el orinal una vez realizada la operación.
Poco después llama al carcelero, muestra su mano por una ventana pequeña y lo vuelven a esposar.
Llega a su celda y se tumba en la litera de abajo. Su buen amigo está tumbado leyendo un libro.
No son más que las 8:45h de la mañana.
Poco después coge su billetera y queda mirando para una foto roida de una niña. Llora y la vuelve a guardar.
Suena la sirena y todos se ponen de pie delante de las celdas. Se abren las puertas y todo el mundo circula en fila como si de una procesión se tratase. Siempre suena una musiquilla que ayuda a que los presos sincronicen sus pasos que producen un estruendo con la suela de los zapatos de goma dura.
Solo quedan dos días para la siguiente revisión de la condicional. Fue condenado por matar a la mujer de un amigo de él aunque nunca se encontró el cadáver, solo sangre de ella en un cuchillo, además de en varias llaves de la luz junto a las huellas de él.
Lo condenaron a 25 años que se pueden reducir a 10 años por buena conduzta en la cárcel.
Un final
Sale de la cárcel y lo recoge el amigo que cobró el dinero del seguro y su esposa con su niña de 13 años. Abrazos y besos.
Los cuatro desaparecen y se juntan con una chica.
Una trama: el cobro de un seguro millonario
Unos transfondos: el seguro se quería echar atrás
Un personaje: el culpable, el protagonista.
El presidiario ve la farola alta que ilumina el patio desde el baño tras las rejas. Se desabrocha los botones del pantalón y se sienta mientras se sujeta el pene para que la orina no se salga de la taza.
Normas de su cárcel: Es obligatorio dejar limpio el orinal una vez realizada la operación.
Poco después llama al carcelero, muestra su mano por una ventana pequeña y lo vuelven a esposar.
Llega a su celda y se tumba en la litera de abajo. Su buen amigo está tumbado leyendo un libro.
No son más que las 8:45h de la mañana.
Poco después coge su billetera y queda mirando para una foto roida de una niña. Llora y la vuelve a guardar.
Suena la sirena y todos se ponen de pie delante de las celdas. Se abren las puertas y todo el mundo circula en fila como si de una procesión se tratase. Siempre suena una musiquilla que ayuda a que los presos sincronicen sus pasos que producen un estruendo con la suela de los zapatos de goma dura.
Solo quedan dos días para la siguiente revisión de la condicional. Fue condenado por matar a la mujer de un amigo de él aunque nunca se encontró el cadáver, solo sangre de ella en un cuchillo, además de en varias llaves de la luz junto a las huellas de él.
Lo condenaron a 25 años que se pueden reducir a 10 años por buena conduzta en la cárcel.
Un final
Sale de la cárcel y lo recoge el amigo que cobró el dinero del seguro y su esposa con su niña de 13 años. Abrazos y besos.
Los cuatro desaparecen y se juntan con una chica.
Una trama: el cobro de un seguro millonario
Unos transfondos: el seguro se quería echar atrás
Un personaje: el culpable, el protagonista.
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