Ir al contenido principal

Despedida de un viejo

Después de mi larga vida y tras muchas dificultades pasadas a través del día a día...
Ese día, me miré al espejo y vi mi cara toda arruga, no me reconocí. Durante unos instantes me escuché jadear lentamente y sin fuerza. Estaba muriendo y no me había dado ni cuenta del pasar de los años.
Era demasiado tarde. Me había convertido en un tirillas con una barriga redondeada que tiraba de mi espalda haciendo me perder la verticalidad. Me sentía mal pero todavía hacía un esfuerzo para tener esa sonrisa en la cara.
He vivido todo lo que tuve que vivir aprovechando hasta el último suspiro, demasiado preocupado por el trabajo.
Ahora no soy guapo ni de buen ver. Pero mantengo cierto carisma que uso para con ya 70 años vender los productos de la fábrica para la que he trabajado. 
Fui un informático sin muchos conocimientos que renegaba de la modernidad, al final acabé interactuando con los clientes porque se me daba mejor.
He aprendido a reir sin molestar, aunque siempre con dificultades de aguantar mi expresión y talante de bordería absoluta. Cuando me hacía con la amistad de alguien siempre lo cedía como cliente porque se me iba de las manos y acababa por ser poco formal perdiéndose la relación comercial.
Mis formas eran buenas mientras no tenía confianza, ganaba puntos cuando conectaba con el cliente. Pero poco a poco cogía confianza y mi palabras se convertían en insoportables espadas que se clavaban en las ideas de los clientes. Al  final, cedía mis clientes a otros compañeros(que mantenían la relación comercial mejor que yo) para no perderlos al menos como amigos porque ya me conocía: desgastaba la confianza de los habitules. 
Siempre mantuve uno de mis mejores clientes y amigos que estaba siempre conmigo y aguantaba todas mis bromas brutales con cierta ironía y sin importarle lo fuerte que pegaban.Yo siempre decía sin malicia, pero tampoco fui capaz nunca de aprender de mis errores y callar las palabras sinceras aunque irrespestuosas y molestas para los oídos .

Ahora me mantengo ágil gracias a una de esas prótesis que se mueven por uno mismo sin importar por donde tienes que ir. Si tuviera que subir a un árbol la prótesis me llevaría hasta arriba sin la más dificultad que pensar en trepar y el aparato trabajabaría.

No me cansaba pero me aburría mi vida. Toda ella trabajando para no hacer nada.

Finalmente, ahora, estoy muerto y me enterrarán junto a mi perro.

Mis memorias quedarán grabadas en esta inteligencia artificial a la que se puede acceder por medio de la red para  interactuar y así poder ayudar a mucha gente que necesite de mi experiencia como vendedor e incluso como informático aunque las técnicas de programación cambiasen en los últimos tiempos.

Corto y cambio.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Imágenes con leyenda.

Algo interesante, algo sucio, algo verdadero, algo identificativo. Algo negativo, algo loco, algo tremendo, algo diferente. ¿Algo nuevo ? Algo divergente, a la vez convergente. Algo bonito. Algo ted ioso. Algo aburrido, algo triste, algo melancólico. Algo como todo lo demás. Algo atrayente. Abrumador, displicente, desternillante. Enfermizo. Tétrico... oscuro... legendario... crítico... altruista. Que interesa o que es digno de interés. Que contiene la verdad.  Que tiene manchas o impurezas.   Perteneciente o relativo a la negación.  Que ha perdido la razón. que sirve para reconocer  si una persona o cosa es la mism  que se supone. Terrible, digno de ser temido. Que diverge. Recién hecho o fabricado. Diverso, distinto. Lindo, agraciado de cierta proporción y belleza. Que converge. Que produce tedio. Que causa aburrimiento. Afligido, apesadumbrado.

¿Cómo dejar de comer chocolate?

Chocolate líquido Algún día escuché que el chocolate no es adictivo, ese día las chocolateras aumentaron sus beneficios porque comimos más sus chocolates esquisitos. A todos nos gusta el chocolate, bueno ,a casi todos. Para mi es algo adictivo, necesito su azúcar y su cacao para vivir. ' Nestlé ', ' Milka ', ' Lindt ', ' Valor '... todas estas marcas, que se me ocurren ahora, no sobrevivirían sin la adicción de la gente por el chocolate y el azúcar. Ya se que el cuerpo se pirra por una onza de chocolate pero al final uno se empacha y queda con un mal estar generalizado... en mi caso con ganas de más. Lo único que podemos es comer chocolate con moderación y elegir el que menos azúcar tiene. Y los que más azúcar tienen son los sin marca (marca blanca): ' Eroski ', ' Leader Price ',... Todo el mundo sabe que el azúcar en exceso(+ de tres cucharas de azúcar) a largo plazo provoca caries, aumenta la demanda de la vitamina B, obesidad y p

La mosca

Estaba comiendo en casa. Estaba sorbiendo la sopa y mis padres también. En ese instante vi una mosca aletear alrededor mía y yo me estaba cabreando. "Maldita mosca, aún se va a  echar al agua como si de un avión antiincendios se tratase". Y en nada estaba en el plato. La mosca se lanzó tan fuerte que pensé que me salpicara y manchara mis gafas. En ese momento me puse a quitarla con la cuchara del plato pero se quedo enroscada entre los spagueti y no era capaz de quitarla. Al final opté por usar los dedos quitándola de ahí. La mosca seguía aleteando pero cuando la deposité sobre la servilleta, esta se quedó más tranquila ya que el agua que la cubría fue absorvida casi en su totalidad. Después la tiré a la papelera porque me daba un poquito de asco, más bien porque mis padres me estaban mirando un poco raro y no tenía ganas de decirles nada o disculparme del paripé de la cuchara revolviendo en la sopa y luego de mis dedos removiendo en ella. Poco después continué comiendo de l

Siempre me gustaron los lacasitos

Siempre me gustaron los Lacasitos y después de tantos años me doy cuenta que todos los Lacasitos saben igual. Cuando era pequeño comía un Lacasito rojo pensando que tenía un cierto sabor a fresa y tomaba uno marrón porque pensaba que se iba a intensificar el sabor del chocolate y la realidad es que todos saben bien por igual... son igual de dulces cada uno de ellos y destiñen un poco en las manos calientes. Cuando somos pequeños creemos cosas que cuando somo grandes descubrimos que son totalmente distintas. Como cuando veíamos el arroz inflado chocolateado en las cajas un poco más grande de lo normal... yo siempre pensé que aumentaban de tamaño cuando se vertían en la leche y lo único que pasaba es que lo endulzaban. Cada vez que compraba los cereales esperaba a que creciesen y miraba para ellos deseoso de que la magia se iniciase. También cuando jugábamos pensábamos que éramos los protagonistas de Oliver y Benji. Cuando tenía un nuevo balón pensaba que era el mejor del mundo y lo cu

Recordando viejos tiempos: historia con ápices roleros.

Después de un largo recorrido por un camino largo y tortuso un grupo de forajidos se encuentra en frente de una compuerta cerrada. Ellos pararon y esperaron un rato a ver si salía alguien a recivirlos. No podían creer que la puerta estuviese cerrada. La última vez estaba abierta y los colegas que vivían allí los recibieron con los brazos abiertos. Bueno esperaron un rato y uno de ellos se cansó y empezó a dar golpes a la piedra como un animal cabreado. Con la empuñadura como ayuda  para intentar roperla a golpes. Otro de ellos  (Lucas) se calentó con el pardillo loco que estaba golpeando la roca (Nicolás) y le dio un pequeño golpe con su maza a dos manos, que le asentó la cabeza... en ese momento Nicolás entró en razón. Lucas después de recoger su maza y limpiarla de unas gotitas de sangre de la nariz de su gran amigo Nicolás, saludó a la puerta recordando películas en la que la puerta habla y todo. -¡Hola! -¡Bienvenido! -¿Me puedes abrir? -Pues claro, a verlo dicho antes. -Gracia

Hola! Cómo andas?

Hola! Cómo andas? Esta es mi rutina de siempre, para saber algo de mis amigos o más bien de uno de mis amigos con el que tengo contacto verbal a diario. Realmente parece el contacto real de un enfermo mental y un psicólogo. Últimamente, me parece que no conozco a mis amigos. Creo que tampoco me conozco a mi pero... la vida sigue, cada día corre un poco más rápido. ¿Qué es lo que nos provoca la edad? Amnesia, perdida de memoria, mecánicas, rutinas. Cada día cavilo que no pienso, soy simplemente un actuador que intenta satisfacer sus necesidades: no es necesario enumerar las necesidades físicas que puedo tener y además  también tengo algo de curiosidad. Casi todos los días me siento en algún momento del día feliz, eso está bien, pero la felicidad no ayuda nada cuando estás en medio de una caída libre en la cual tienes un paracaídas pero que no se de él o no lo voy a usar debido a esa sensación de alegría. Bueno, cuando me siento mal, me pasa todo lo contrario, ni me siento libre,

La gran mentira del poker

Manos problemáticas En España, después de unos años en que el programa de televisión más interesante eran los telefónicos, ahora están de moda los programas de apuestas online y poker. Estos programas incentivan a los televidentes a participar apostando mostrando como ganan otros grandes jugadores, mostrando partidas ganadoras aisladas de poker . A mi, como hombre que soy, me gusta el poker como forma de entretenimiento , sin grandes gastos y con apuestas pequeñas intentándolo pasar bien pero me he dado cuenta que para poder ganar o quedar como estoy, tengo que ganar a gente amigable que muchas veces son demasiado malos, dando pena la victoria. No te identifiques demasiado con el rival porque eso es parte del juego (de la mentira), camelar a tu rival es un apartado clave . Al poker creo que he perdido unos 10€ en toda mi vida pero me dolió  un montón perderlos porque desaparecienron en menos de nada y no tuve el entretenimiento que, inicialmente, me ofrecía este juego. Mis amigo

Pobre de mi: "Propósitos de año nuevo"

La vida es dura. Estoy en esa época de la vida en la que te levantas y te sientes viejo. Un viejo con toda la vida por delante con miedo a la muerte. Esto implica que tengo esta frase siempre en la cabeza: "Solo se vive una vez". En otras palabras, que el tiempo se acaba sin uno darse cuenta. El cerebro se abandona porque tiene la vida resuelta: tengo comida, tengo una mujer que me puede dar hijos, tengo hijos a los que criar y me dan esperanza, que necesitan de unos cuidados, que implican unos deberes y obligaciones como padre, y tengo una vida. Toda mi vida requiere de un trabajo que genere dinero para poder pagar unos gastos y además tengo unas deudas para toda la vida que me atan. Quiero vivir para poder crecer como persona y quiero morir para dejar de deber dinero a una sociedad que no le debo nada. Quiero decir con esto, que tengo una hipoteca que me quema como ser vivo y me quita muchísimas horas de mi vida. Además tengo un trabajo que me ata porque lo sé hacer y me pa

Calor, calor no hace mucho

Calor, calor no hace mucho. Estamos en verano y el sol se desvanece entre las nubes. La verdad, es que hay humedad en el ambiente y el asfalto chorrea. Joder, que mierda de descripción. Todo lo que digo se queda en nada. Vaya cagada (zurullo). Estoy 'aparvado' y no escribo nada decente. En un lugar claro y cerrado en el que estoy ahora mismo, me siento enclaustrado, agónico, sin respiración. El sudor me corre por la piel blanca. Esto es un día como otro cualquiera. La perdición de un ángel caído que no encuentra su punto de inflexión. El cambio hacia el buen camino. Vaya, ¿¡que estoy diciendo!? Me vuelvo loco otra vez. Respiro profundamente y expulso el aire viciado de mis pulmones. Vuelvo a empezar después de romper esa cantidad de palabras sin sentido. La orientación se me centra y vuelvo a empezar mi relato pero esta nueva página se queda en blanco, y el segundero empieza a sonar más alto y más rapidamente. Las horas vuelan y la página en vacío.

Dentro de la ciudad 2

Habitación espejo Continuaba en la sala de reflejos . El tiempo no pasaba. Me imaginé un reloj y apareció un reloj. Las agujas estaban paradas, parecían ser las 12:30h, luego 03:45h. Mi perspectiva sobre el reloj cambiaba sin cesar. Pero los segundos no querían pasar. Seguí mirando para el reloj, fijamente, hasta que los ojos me empezaron a picar. Parpadeé el reloj se convirtió en uno digital. Al pasar unos segundos, volví a parpadear, recuperó el estado original. Me estaba extresando, me sentía inquieto, la calma que solía tener en mi interior... la perdí en ese instante. Me puse a correr hacia delante, en linea recta. Pero no avanzaba metros. Volvía a ver el reloj. ... pensé en sentarme, estaba sudando. Al final decidí tumbarme, me tumbé en el suelo. Me di cuenta que el suelo era blando y esponjoso pero me podía ver en él. No entendía nada. Recordé las películas de espías, de toda la vida, acordándome de las salas de interrogatorio en las que encerraban a la gente. No me estaba