La pregunta que nos hace ser ignorantes. Todo el mundo busca una respuesta a sus dudas. Yo siempre me buscaba soluciones para mis dudas que tenía sobre mi entorno e incluso busqué algunos vacíos que tenía sobre como crecían las piñas o que temperatura hay en el interior de un iglú. Pero, ¿qué tiene de importante encontrar soluciones totalitarias a esas respuestas?
La mayoría de la gente olvida su ignorancia e se la inculca a los niños también: cuando una y otra vez no sabes que contestarle al chaval le contestas "porque si, y no hay más que hablar". Cuando llegamos a esa respuesta no deberíamos dar cuenta que esa respuesta es inflexible y que la vida es algo más flexible y en muchas situaciones, incluso justa.
En la vida cuando tenemos un ¿Por qué? delante aprendemos a sortearlo y aprendemos a olvidarlo, viviendo, con las consecuencias que conlleva esa inflexibilidad, que ya forma parte de nuestra vida. Como personas tenemos que buscar soluciones a esos ¿Por qué? No podemos amedrentarnos, tampoco podemos escatimar gastos para encontrar un respuesta que sacie nuestra curiosidad. Curiosidad es la vida misma, todo ser humano se mantiene vivo mientras que tiene esa curiosidad por saber. Cuando nos convertimos en personas que solo queremos estar tranquilos y recordar el pasado, nos estamos estancando. Nos convertimos en viejos sin ganas de vivir que al final acaban jodiendo a los demás para obtener un poquito más de poder. El poder no da la felicidad. Obtener respuestas a nuestras preguntas da la felicidad pero en un recipiente pequeño. La curiosidad es una energía renovable que se regenera cuando damos un paso al frente abriendo nuevos horizontes y al abrirlos se nos abren un montón de puertas y de nuevos ¿Por qué?
La mayoría de la gente olvida su ignorancia e se la inculca a los niños también: cuando una y otra vez no sabes que contestarle al chaval le contestas "porque si, y no hay más que hablar". Cuando llegamos a esa respuesta no deberíamos dar cuenta que esa respuesta es inflexible y que la vida es algo más flexible y en muchas situaciones, incluso justa.
En la vida cuando tenemos un ¿Por qué? delante aprendemos a sortearlo y aprendemos a olvidarlo, viviendo, con las consecuencias que conlleva esa inflexibilidad, que ya forma parte de nuestra vida. Como personas tenemos que buscar soluciones a esos ¿Por qué? No podemos amedrentarnos, tampoco podemos escatimar gastos para encontrar un respuesta que sacie nuestra curiosidad. Curiosidad es la vida misma, todo ser humano se mantiene vivo mientras que tiene esa curiosidad por saber. Cuando nos convertimos en personas que solo queremos estar tranquilos y recordar el pasado, nos estamos estancando. Nos convertimos en viejos sin ganas de vivir que al final acaban jodiendo a los demás para obtener un poquito más de poder. El poder no da la felicidad. Obtener respuestas a nuestras preguntas da la felicidad pero en un recipiente pequeño. La curiosidad es una energía renovable que se regenera cuando damos un paso al frente abriendo nuevos horizontes y al abrirlos se nos abren un montón de puertas y de nuevos ¿Por qué?
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