Mi mente, mi cabeza, mis vísceras con ellas no pienso aunque son necesarias para usar el resto.
Cuanta información perdida en mis entrañas, es decir, cuantos pensamientos en el cerebro perdidos en alguna de mis neuronas despistadas o quizá olvidadas por culpa de alguna molécula de alcohol que destruyó alguna conexión sináptica. Cada vez que veo una película, me doy cuenta de que ya la vi, pero cuando quiero escribir, o usar mi cabeza para ser algo simpático o antipático... esa información aislada no desborda de los límites de mi cerebro saliendo a relucir en pulsaciones de mis dedos en el teclado obteniendo relatos o algo parecido. Y eso me jode. Y también, me hace pensar más profundamente para llegar a una conclusión ya masticada por otros: la inspiración nace del trabajo, de la rutina, de la vivencias vividas que llenan el alma. Con esto digo, que viendo películas o incluso leyendo se pierden el resto de los sentidos, como el olfato, el tacto que muchas veces logran conseguir que algo no tan malo se convierta en horrible y algo no tan bueno se convierta en especial o inolvidable.
Hay gente que tiene talento y lo aprovecha. Quizá tenga talento pero me tiro el día perdiendo segundos... horas rellenadas y/o cubiertas de pensamientos que no son míos.
Cuanta información perdida en mis entrañas, es decir, cuantos pensamientos en el cerebro perdidos en alguna de mis neuronas despistadas o quizá olvidadas por culpa de alguna molécula de alcohol que destruyó alguna conexión sináptica. Cada vez que veo una película, me doy cuenta de que ya la vi, pero cuando quiero escribir, o usar mi cabeza para ser algo simpático o antipático... esa información aislada no desborda de los límites de mi cerebro saliendo a relucir en pulsaciones de mis dedos en el teclado obteniendo relatos o algo parecido. Y eso me jode. Y también, me hace pensar más profundamente para llegar a una conclusión ya masticada por otros: la inspiración nace del trabajo, de la rutina, de la vivencias vividas que llenan el alma. Con esto digo, que viendo películas o incluso leyendo se pierden el resto de los sentidos, como el olfato, el tacto que muchas veces logran conseguir que algo no tan malo se convierta en horrible y algo no tan bueno se convierta en especial o inolvidable.
Hay gente que tiene talento y lo aprovecha. Quizá tenga talento pero me tiro el día perdiendo segundos... horas rellenadas y/o cubiertas de pensamientos que no son míos.
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