El resacón

Un amigo se casó. Hubo boda y todo lo demás. La boda no fue lo importante... fueron los recuerdos que me pasaron por la cabeza. La juventud, las locuras y la vivencias, las nuevas experiencias y la sociedad, la vergüenza que tenía y tengo cuando pienso en ligar aunque ahora estoy comprometido XD. Los viajes sin planear, a cualquier lugar, sin más... avisando a mi familia con un día o unas horas de antelación. Las fiestas, el alcohol que no bebí, esa sobriedad que no todos los jóvenes tuvieron. Mi obstracismo, mi poca mano con el arte de la seducción y lo poco que me importaba. Me bloqueaba cada vez que tenía que bailar con alguna... me sigue pasando, no se bailar, tengo vergüenza y miedo a pisar a alguien... o quizá, miedo a pasármelo bien.
Recordé días de futbolín, días de baile y saltos sin parar al son de la música dentro de los pubs. Recordé cuando empezábamos a salir y todos los locales se nos hacían grandes, sorprendentes, especiales. Cuando todo eran nuevas experiencias, todo novedad. La vida son expectativas, de aquellas tenía muchas pero no sabía cual escoger. Ahora, tengo pocas espectativas y tampoco se que hacer. El miedo, fuente de inspiración para algunos (porque son tirados para alante), para mi, fuente de bloqueo.
En fin, mi amigo se casó y por fin me dio algo de él... me dio expectativas, ambición y me hizo recuperar la fé por la amistad. Lo echaba de menos en mi vida, lo seguiré echando.
Un día más de pasmón pero con la esperanza de hacer algo en la vida. Una empresa, un proyecto entre amigos... algo que nos dea nuevas vistas de cara al futuro. Que se yo.
Cada día tengo más experanza, cada día tengo más problemas y porqués sin respuesta.
Retomaré este relato y seguramente lo leereis dentro de bastante tiempo antes de publicarlo. Le falta algo a este final...