Hola! Cómo andas?

Hola! Cómo andas?
Esta es mi rutina de siempre, para saber algo de mis amigos o más bien de uno de mis amigos con el que tengo contacto verbal a diario. Realmente parece el contacto real de un enfermo mental y un psicólogo.
Últimamente, me parece que no conozco a mis amigos. Creo que tampoco me conozco a mi pero... la vida sigue, cada día corre un poco más rápido.
¿Qué es lo que nos provoca la edad?
Amnesia, perdida de memoria, mecánicas, rutinas.
Cada día cavilo que no pienso, soy simplemente un actuador que intenta satisfacer sus necesidades: no es necesario enumerar las necesidades físicas que puedo tener y además  también tengo algo de curiosidad.
Casi todos los días me siento en algún momento del día feliz, eso está bien, pero la felicidad no ayuda nada cuando estás en medio de una caída libre en la cual tienes un paracaídas pero que no se de él o no lo voy a usar debido a esa sensación de alegría.
Bueno, cuando me siento mal, me pasa todo lo contrario, ni me siento libre, ni feliz, ni tengo ganas de vivir... pero en eses momentos me viene la ansiedad y el hambre. En esos instantes destrozo mi estómago a base de alimentos endulzados y llenos de grasas sabrosas que me despejan durante un breve momento haciendo me olvidar de porque estoy amargado... al final vuelvo a estar en un estado de tranquilidad pero sin avanzar nada en mis opciones o elecciones de mi camino.
Que rápido se me pasaron estos veinte y muchos años de mi vida, el resto de mi vida se me va a pasar todavía más rápido. Imaginarme que solo me quedan cincuenta primaveras o incluso menos me entristece, y más cuando me pongo a pensar en lo que hice estas últimas siete: nada en absoluto, mirar por una ventana admirando la realidad en la que estoy pero como si alguien cogiera la barra de pegamento y me pegase en sus fotos de su vida para después se olvidasen de mi.
Ahora me siento solo, aunque se que tengo a mi amor junto a mi. Soy un infeliz feliz.