Todos envejecemos y nos vamos dando cuenta poco a poco que ya no somos unos niños, en cuanto al aspecto y las obsesiones, tanto una como la otra, se vuelven retorcidas. Se puede decir que el lado oscuro nos destruye.
Desde pequeño y más de adolescente me empezaron a gustar los videoclips, casi siempre me quedaba viendo las listas musicales de determinadas cadenas de radio y televisión. Los videoclips desprenden movimiento, alegría, diversidad, sexo... juventud. De todo y casi nunca música. Me gustan los videoclips, porque como se sabe a los hombres le vuelven locos las chicas jóvenes, despampanantes, atrevidas e inalcanzables. Nos pierde un poco la vista y ni nos damos cuenta de lo que tenemos a nuestra mano que en muchos casos quizá sea mejor.
Cuando uno es joven, ve a las cuatro o cinco chicas impresionantes que además cantan; y piensa, cuantas chicas guapas y famosas hay; pero cuando vas creciendo vas cambiando de opinión y convirtiéndote en un viejo verde que aparenta escrúpulos y casi nunca los tiene. Ahora mismo mi vida es eso. Algunas veces pienso que doy miedo y casi siempre me doy asco (no hace falta que de explicaciones para eso último).
Bueno, lo que vengo diciendo es que el mundo de la música no premia al buen cantante sino a la cara bonita, a la explosión de color, al movimiento de masas y casi nunca se arriesga.
Ahora casi llevo 20 años viendo videoclips y me doy cuenta de que las caras no cambiaron mucho, en lo único que cambiaron fue en la falta de expresividad o en el aumento de arrugas. No existen nuevos talentos, ahora solo existen pequeñas adolescentes que hacen sus pinitos en la carrera musical y se pierden.
Realmente, en la actualidad, lo de la piratería desfavoreció sobretodo a los pequeños grupos y minoristas que en la actualidad no saben promover su música porque todos los medios de comunicación están cubriendo a los cuatro grupos, o más bien a las cuatro chicas guapas que se cansan de vender discos... olvidándose que existe más música y en muchos casos, mejor.
Desde pequeño y más de adolescente me empezaron a gustar los videoclips, casi siempre me quedaba viendo las listas musicales de determinadas cadenas de radio y televisión. Los videoclips desprenden movimiento, alegría, diversidad, sexo... juventud. De todo y casi nunca música. Me gustan los videoclips, porque como se sabe a los hombres le vuelven locos las chicas jóvenes, despampanantes, atrevidas e inalcanzables. Nos pierde un poco la vista y ni nos damos cuenta de lo que tenemos a nuestra mano que en muchos casos quizá sea mejor.
Cuando uno es joven, ve a las cuatro o cinco chicas impresionantes que además cantan; y piensa, cuantas chicas guapas y famosas hay; pero cuando vas creciendo vas cambiando de opinión y convirtiéndote en un viejo verde que aparenta escrúpulos y casi nunca los tiene. Ahora mismo mi vida es eso. Algunas veces pienso que doy miedo y casi siempre me doy asco (no hace falta que de explicaciones para eso último).
Bueno, lo que vengo diciendo es que el mundo de la música no premia al buen cantante sino a la cara bonita, a la explosión de color, al movimiento de masas y casi nunca se arriesga.
Ahora casi llevo 20 años viendo videoclips y me doy cuenta de que las caras no cambiaron mucho, en lo único que cambiaron fue en la falta de expresividad o en el aumento de arrugas. No existen nuevos talentos, ahora solo existen pequeñas adolescentes que hacen sus pinitos en la carrera musical y se pierden.
Realmente, en la actualidad, lo de la piratería desfavoreció sobretodo a los pequeños grupos y minoristas que en la actualidad no saben promover su música porque todos los medios de comunicación están cubriendo a los cuatro grupos, o más bien a las cuatro chicas guapas que se cansan de vender discos... olvidándose que existe más música y en muchos casos, mejor.
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