¿Qué decir cuando no sabes? Un día cuando todo lo ves borroso y color de sangre... no sabes que hacer y te sientes cansado... te pesan las articulaciones y todo sabe, huele o se siente igual, como si cada vez que recibes un estímulo de ese tipo te diesen un par de bofetadas en la cara... otro día de resaca.
No se porque me siento así, seguramente porque dormí muy poco o porque me senté junto a gente que no paraba de fumar y al final yo estaba fumando con ellos sin darme cuenta... que colocón. Nunca pensé que el humo fuese tan perjudicial para mi salud mental pero algunas veces me doy cuenta.
Humo de tábaco con otras sustancias sicotrópicas que se va quemando poco a poco y se adentra directamente en mi cerebro sintiendo como mis pensamientos se separan de mi cuerpo... viendo poco a poco como éste se va alejando de mi mente o viceversa. Todavía me siento así... no se qué pensar.
Un día más estoy levantado con un día más de vida con una cicatriz más en el cuerpo que seguro no encuentro pero se que ya está ahí ( me refiero al envejecimiento de cuerpo, es decir, pequeñas arrugas que van subyaciendo de las entrañas).
Por último y no menos importante, cada vez que me miro al espejo, y eso, solo es una vez a la semana, con detenimiento, me veo como realmente soy... pero realmente no lo se...
Casi siempre por la mañanas me veo como una persona triste y amargada pero según pasan las horas mi mentalidad y mi aspecto parece que florece... no todos los días pero si a veces.
Ahora solo escribo... tonterías que no tienen nada de importancia pero son ideas al fin y al cabo.
Ideas que no pienso pero que me salen del alma cuando siento el rumor de las teclas del ordenador que tengo frente de mi.
Hoy es el principio de una larga jornada,... no voy ser capaz de soportar este incesante rezumar de mi cuerpo... mostrando su final... triste y brutal.
No se porque me siento así, seguramente porque dormí muy poco o porque me senté junto a gente que no paraba de fumar y al final yo estaba fumando con ellos sin darme cuenta... que colocón. Nunca pensé que el humo fuese tan perjudicial para mi salud mental pero algunas veces me doy cuenta.
Humo de tábaco con otras sustancias sicotrópicas que se va quemando poco a poco y se adentra directamente en mi cerebro sintiendo como mis pensamientos se separan de mi cuerpo... viendo poco a poco como éste se va alejando de mi mente o viceversa. Todavía me siento así... no se qué pensar.
Un día más estoy levantado con un día más de vida con una cicatriz más en el cuerpo que seguro no encuentro pero se que ya está ahí ( me refiero al envejecimiento de cuerpo, es decir, pequeñas arrugas que van subyaciendo de las entrañas).
Por último y no menos importante, cada vez que me miro al espejo, y eso, solo es una vez a la semana, con detenimiento, me veo como realmente soy... pero realmente no lo se...
Casi siempre por la mañanas me veo como una persona triste y amargada pero según pasan las horas mi mentalidad y mi aspecto parece que florece... no todos los días pero si a veces.
Ahora solo escribo... tonterías que no tienen nada de importancia pero son ideas al fin y al cabo.
Ideas que no pienso pero que me salen del alma cuando siento el rumor de las teclas del ordenador que tengo frente de mi.
Hoy es el principio de una larga jornada,... no voy ser capaz de soportar este incesante rezumar de mi cuerpo... mostrando su final... triste y brutal.
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